2 jun 2019

NO es una oferta de empleo común y corriente 😂



NO es una oferta de empleo común y corriente 😂

Se necesita una persona que pueda cuidar a mi padre, durante el mes de julio, agosto y septiembre, ya que no estaré ese tiempo por motivos de trabajo.


El mismo puede prepararse el desayuno. Tendría que prepararle el almuerzo y dejarle listo algo ligero para la cena. También necesita que lo acompañen 3 o 4 horas diariamente para que no se sienta solo. 

Únicamente puedo pagar 50€ por mes, pero puede quedarse alguna que otra noche que lo requiera,  en alguna de las 8 suites que tiene la casa. También puede utilizar la piscina y el solarium. En la despensa de 70 m2, hay provisiones para los próximos 6 meses y en el sótano está la bodega con unas 200 botellas de vinos variados y unas cuantas más de champán. 

Dos veces a la semana, hay que llevarlo al Club de golf, por lo que puede llevarse el Audi Hybrid blanco que está aparcado al lado del Lamborghini Aventador V12 color nero nemesis, ya que no le gusta llamar la atención.

Si se aburre, en la entreplanta está la sala insonorizada de entretenimiento con videojuegos, máquinas recreativas o si lo prefiere, puede ver cine a la carta en la pantalla de 110 pulgadas y UHD, sentado en cualquiera de las 10 butacas de masaje. 






Si es de su gusto, puede acompañar a mi padre a hacer ejercicio en su gimnasio que está al lado del jacuzzi mientras escucha su música preferida.

No es un trabajo fácil. Quien esté interesado por favor deje un comentario y le envío más fotos de mi pobre viejo.





No se quien es el de la foto, pero se me ocurrió la historia luego de verla para echar unas risas. Si alguien lo reconoce por favor mandenme un correo que quiero conocerlo... 😜


Larga vida y prosperidad ...




25 may 2019

AMOR VERDADERO

UNA HISTORIA DE AMOR VERDADERO


"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana, mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno, sufrió un infarto y cayó. Mi padre la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a la camioneta. A toda velocidad, sin respetar semáforos, la condujo hasta el hospital.

Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró.




Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano, teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de conjeturas de cómo y dónde estaría ella.

Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos al cementerio.

"¡Papá!", respondimos, "¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!".

Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo:

"No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".

Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos:

"Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero, si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer".




Hizo una pausa, y se limpió la cara. "Ella y yo, estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo...", continuó. "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué?

Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...".

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos, y él nos consoló: "Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".




Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y, sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas".

Anónimo

5 may 2019

Ella no sabía decir "NO"

Ella no sabía decir NO.

Siempre lista para resolver los problemas de todos. Siempre, aunque doliera mucho. Siempre, a pesar del cansancio. Postergándose, infinitamente. El cuerpo no pudo sostener ese camino.



Aparecieron múltiples enfermedades que no respondían al tratamiento médico. Es que no eran bacterias, ni el metabolismo, ni virus... Era estrés, frustración, angustia. ¡Nadie se dio cuenta!


Todos pensaban que ella siempre podía, que era la más fuerte, que no necesitaba a nadie.

En esa soledad de abrazos que nunca llegaban, de una calma no permitida, de una demanda que nunca cesaba, de lágrimas que nunca vieron, ella tocó fondo.



Pasó a ser la "loca", la que tenía crisis injustificadas, la que todos mandaban al psiquiatra.

Y en ese fondo de angustia e impotencia, pudo ‘darse cuenta’...

Darse cuenta que cuando no hay otros brazos, puede abrazarse sola.

Darse cuenta que el tiempo no tienen que dárselo, ella tiene que tomarlo.



Que no sirve esperar que el otro haga lo que ella haría, porque es otro.

Darse cuenta que a veces, los NO son necesarios.

La abnegación puede ser una virtud moral, pero nada tiene que ver con la salud mental. Es sacrificio. 



Y el sacrificio constante duele, enferma. Cuando das la vida por otro, la pierdes. Es como un suicidio en cámara lenta. Es morirse un poco todos los días. Sacrificio, dolor, enfermedad, suicidio, muerte...

Ese no es el camino, NO debe serlo!!

De ese camino sólo se sale amándose. 



Amor propio, aceptación, amor por el otro, vínculos ‘de ida y vuelta’, felicidad, vida.
Ese sí es el camino.

21 abr 2019

SUMMER IS COMING

Si. Summer is coming, se acerca el verano.


En un par de meses, estaremos dando la bienvenida al verano, y este año no queremos que llegues con los deberes sin hacer. Puedes optar por una puesta a punto en casa o bien recurrir a la opinión experta y a los tratamientos de los centros de belleza.  

Así, en los meses previos al verano, estos centros viven su particular ‘boom’, pues muchas mujeres piensan que como apoyo a una dieta y programa de ejercicios se puede acudir a un buen centro de estética. Presoterapia, masajes reductores, drenajes linfáticos... 



La oferta es más que amplia y en los institutos serios se ofrecen programas que ayudan a mejorar la silueta de forma visible, dando no sólo un mejor aspecto a la piel sino, sobre todo, potenciando el adelgazamiento de las zonas de 'alto riesgo' y contribuyendo a eliminar volumen, drenar y reafirmar de forma notoria. Pero, eso sí, hay que tener en cuenta una serie de aspectos, pues un programa de instituto nunca puede sustituir a una dieta de adelgazamiento. 

Para obtener el máximo rendimiento, debes:

· Apoyar el tratamiento con cuidados en casa. 

· Ser constante en las sesiones y no interrumpirlas antes de tiempo. 

· Asegurarte la continuación de los resultados con sesiones de mantenimiento regulares. 

· Evitar los hábitos que causaron el problema en primer lugar. 

· Ser realista en tus expectativas. La estética ayuda, y mucho, pero no hace milagros. 







¿Primeriza en el centro de estética? 


La primera vez que se acude a un instituto de belleza tal vez sientes cierto pudor. Vamos a darte una serie de consejos para que intentes sacarle el máximo provecho a tu cita. 


  • No dudes en comentar que nunca has visitado antes una esteticista y pregunta qué debes hacer y cuáles son los pasos que debes seguir. 
  • En los institutos ponen braguitas desechables a disposición de quien prefiera ir cubierta. Si te molesta estar completamente desnuda, coméntaselo a la esteticista. Por ejemplo, durante los masajes corporales se cubre a la cliente con una toalla, destapando sólo la zona que se está tratando. 
  • Conviene que lleves ropa cómoda, con la que te sea fácil vestirte y desnudarte. 
  • Algunos tratamientos, como los de sudación, pueden tener 'daños colaterales' en maquillaje y peinado. No dudes en llevar algo con lo que retocarte. 
  • Consulta por adelantado sobre la disponibilidad de duchas, necesarias en algunos tratamientos. 






No todos somos iguales 

Una buena esteticista no se limita a hacerte cualquier tratamiento, sino que estudia tu caso atentamente y te propone unas pautas, no antes de conocer tus hábitos alimenticios, de vida, morfología… 

Desconfía de quien se limita a recomendar lo más caro, independientemente de tus necesidades. 

Larga vida y prosperidad.